Ubicación e historia: la Romania
Mapa de las lenguas románicas con su distribución actual en Europa.
Distribución de las lenguas romance más habladas a principios del siglo XXI:
español (verde oscuro y verde claro),
francés (azul y celeste),
italiano (amarillo),
portugués (anaranjado) y
rumano (rojo).
Estas lenguas se hablaban y se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo Imperio romano. Los términos romance y Romania proceden efectivamente del adverbio romanice, "en romano", desde el adjetivo latino romanicus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas. Pues, romanice loqui, "para hablar en romano" (eso es, el dialecto vernáculo latin) es en contraste con latine loqui, "para hablar en latín" (latín medieval, la version conservadora de la lengua usado en escrituras y contextos formales o como una lengua franca), y con barbarice loqui, "para hablar en bárbaro" (las lenguas no latinas de los pueblos de los lugares externos del Imperio Romano).
Las lenguas románicas en Europa.
El primer escrito en que se encuentra el término romano, de una manera u otra, se remonta al
sínodo de Tours del año 813. Es a partir de ese sínodo cuando se considera que la primera lengua vulgar se separa del latín, y se designa en efecto como una lengua aparte. Se trata de una forma de protofrancés que recibe el nombre de romana lingua o román. No obstante, en los Cartularios de Valpuesta, hay un texto anterior que data del año 804, y está escrito en un latín muy romanizado.
La evolución del latín vulgar hacia las lenguas románicas se fecha, grosso modo, de la siguiente manera:
- Entre el 200 a. C. y el 400 aproximadamente: diferentes formas de latín vulgar.
- Entre el 500 y 600: estas formas comienzan a distinguirse entre sí.
- A partir del 800: se reconoce la existencia de las lenguas romances.