Historia
División provincial de
Diocleciano en
298, con cinco provincias a las que se añade la
Tingitana para constituir la
Diócesis Hispaniarum.
La Diócesis Hispaniarum se creó bajo el reinado del emperador romano Diocleciano, cuando éste realizó una gran reorganización administrativa del territorio del Imperio romano,[1] al dividir las provincias altoimperiales en otras menores y asignarlas a los diferentes Césares y Augustos del sistema de gobierno de la Tetrarquía. Constaba a su vez de seis provincias: Bética, Lusitania, Cartaginense, Gallaecia, Tarraconense y Mauretania Tingitana. Más tarde, en época de los emperadores Constancio I y Constantino II, se añadiría una nueva provincia, la de Balearica.
La división del territorio bajoimperial en diócesis sobrevivió a la Tetrarquía, y Constantino I se limitó a agrupar varias diócesis en las nuevas Prefecturas del Pretorio. La Diócesis Hispaniarum fue asignada a la Prefectura del Pretorio de las Galias, junto con las diócesis de las Galiae y Britannia. No obstante, la diócesis desapareció en el 409, cuando vándalos, suevos y alanos entraron en la Península.