Historia
Orígenes
Los arqueólogos han encontrado yacimientos neolíticos cerca de la ciudad por lo que las primeras civilizaciones que se instalaron en la zona lo hicieron en esa época. Las hordas mongolas derrotaron a la civilización que estaba establecida en la región desde el siglo X. La región fue conquistada a finales del siglo XVIII por el kanato uzbeko de Kokand que estableció en 1825 una fortaleza en el lugar. Se encontraba en la célebre Ruta de la Seda, en el tramo que unía Taskent con Almaty.
Conquista rusa
Estatua de Lenin en Biskek.
La fortaleza fue capturada y arrasada por las tropas de la Rusia zarista en 1862. Los nuevos colonos rusos erigieron una nueva fortaleza junto a las ruinas de la anterior y en 1878 fundaron una ciudad en el emplazamiento de la antigua fortaleza, denominada Pispek, (en ruso: Пишпек)?. Pronto se convirtió en una ciudad de corte europeo y la población creció vertiginosamente, convirtiéndose en el centro administrativo del distrito en el que se encontraba.
En 1924 fue designada capital del óblast autónomo kirguís. Al año siguiente consiguió el rango de capital de la recién creada República Socialista Soviética Autónoma de Kirguistán y en 1936 se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Kirguistán, dentro de la . Fue rebautizada en 1928 por el régimen soviético con el nombre de Frunze, en honor del líder revolucionario y general del Ejército Rojo Mijaíl Vasilievic Frunze, quien había nacido en la ciudad en 1885, y que había realizado importantes actuaciones en las revoluciones rusas de 1905 y de 1917, así como en la Guerra Civil Rusa de comienzos de los años 1920.
Con el advenimiento del régimen soviético comenzó a desarrollarse la industria de la ciudad, que en un primer momento se dedicaba a la fabricación de componentes eléctricos. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas factorías se asentaron en Biskek convirtiéndose en uno de los principales centros industriales del país.
Fuentes en frente del edificio de la Filarmónica.
Independencia de Kirguistán
En junio de 1990 se declaró el estado de emergencia después de que varias revueltas en el sur del país amenazaran con extenderse a la ciudad. En 1991 recuperó el nombre de Biskek, cuando fue proclamada la independencia de la República de Kirguistán, país del que fue declarada capital.
Posteriormente la ciudad se fue modernizando rápidamente, con muchos restaurantes y cafés y coches europeos y japoneses de segunda mano, así como minibuses recorriendo sus calles. Al mismo tiempo, Biskek aún conserva su apariencia soviética, con los edificios y jardines construidos durante la época de dominio soviético prevaleciendo sobre las nuevas construcciones. En la actualidad la ciudad se encuentra desarrollada con forma de cuadrícula y posee tanto edificios de nueva construcción como los típicos Jrushchovkas soviéticos, además en casi todas sus calles hay árboles que proporcionan sombra en los calurosos días de verano así como numerosas fuentes, dispone también de un sistema de alcantarillado y riego bastante bueno.